Tal y como recogía el BOA (Boletín Oficial de Aragón) hace unos días, la vacuna contra la tos ferina ya se dispensa a las embarazadas desde el día 1 de diciembre en los centros de salud de Zaragoza. Aunque su administración está recomendada por los servicios sanitarios hasta la semana 32 para garantizar que el bebé disponga de suficientes anticuerpos, el BOA recoge que la vacuna contra la tos ferina se puede poner a las embarazadas hasta la semana 36.
Algunos estudios recomiendan la aplicación de la vacuna incluso pasadas las 36 semanas ya que protege a la madre evitando que esta le pueda pegar la enfermedad en el caso de que la contraiga, así como conseguir la transmisión de anticuerpos a través de la lactancia. No obstante, debido a la escasez de vacunas, sólo el centro de salud puede administrarla, y no puede adquirirse en farmacias.
La vacuna que se está poniendo es la Boostrix, una vacuna trivalente antidiftérica, antitetánica y antitos ferina de contenido antigénico reducido. Esta vacuna no lleva los patógenos vivos, algo que podría ser perjudicial para el bebé, si no que se encuentran “troceados” para que el sistema inmunitario sea capaz de reconocerlos sin que causen perjuicio para la salud. Esto es muy importante, ya que en el mercado hay vacunas que sí que llevan el patógeno vivo y su administración es peligrosa para los bebés.